Por Magdalena Greswell. Profesora y facilitadora Be Body Positive.
Evelyn Tribole y Elyse Resch desarrollaron un nuevo enfoque en nutrición el año 1996 con la publicación de su libro “Intuitive Eating, a revolutionary anti-diet approach”. Este año salió su edición en español con un no afortunado título y traducción “El manual de la dieta intuitiva”. Este enfoque está revolucionando la nutrición como la entendíamos en el hemisferio norte y hace poco está empezando a llegar a América latina. En Chile solo hay una doctora certificada y es la Dra Denisse Khon, sin embargo hay varias nutricionistas que chilenas que ya están alineadas con este enfoque.
En la cuenta @somoshaes pueden encontrar a nutricionistas, psicólogas de latinoamérica alineadas con este nuevo enfoque,
que maravillosamente se intersecta con el enfoque en salud HAES o “Salud en todas las tallas”, con la autocompasión y el mindfullnes.
A continuación presento una breve resumen de cada uno de los diez principios. Para buscar más información ver pie de página.
1. Rechaza la mentalidad de la dieta.
Este primer principio tiene que ver con educarse y entender que; está comprobado que las dietas a largo plazo no funcionan, que derivan en que las personas ganen incluso más peso, que tener una conducta alimentaria de dietas recurrentes (o “dietas yoyo”) daña tu organismo física y psicológicamente, entender que el IMC no es un predictor de salud, entre otros. Básicamente consiste en dejar de ser parte de la cultura de las dietas, volver a confiar en la sabiduría de tu cuerpo y hacer las paces con la comida con un enfoque no peso-centrista.
2. Honra tu hambre.
“El hambre es una señal natural y biológica que te permite saber qué sustento necesitas”[1] La mentalidad de dieta es la que daña la percepción de esas señales y las personas tratan de no escucharlas. Este principio te invita a volver a sentir las señales de hambre y también las señales de saciedad. Es un proceso que lleva tiempo y ensayo error de tal forma puedas volver a confiar en tu cuerpo y su sabiduría. Qué comer, cuándo comer, cuánta cantidad. Son respuestas que solo tu cuerpo te puede indicar. Consiste en desaprender todos los mensajes adquiridos de la mentalidad de dieta.
“Cada vez que experimentas hambre y tú respondes honrando esa hambre con nutrición, creas confianza y conexión con tu cuerpo”[2]
3. Haz las paces con la comida.
Este principio es parte del proceso de comer de forma intuitiva y al mismo tiempo uno de sus beneficios. Aprender a comer sin culpa, y a quitarle el juicio moral a los alimentos. Es darte permiso incondicional a comer lo que tu cuerpo te pida. La restricción de ciertos alimentos solo lleva a que biológicamente tu mente haga todo lo posible para que puedas comerlos. Habitualmente puede terminar en un atracón de comida y con todas las culpas y recriminaciones por haber “pecado”. Sin embargo, cuando te das permiso incondicional para comer sin alimentos prohibidos, esas pulsiones van desvaneciendo en el tiempo porque sabes puedes comer de todo cuando quieras (siempre y cuando los medios te lo permitan)
“Implica comer la comida que desees estando en sintonía con tus niveles de saciedad y hambre”[3]
4. Desafía al “policía de alimentos”.
Cualquier persona que haya realizado una dieta en su vida tiene un “policía de alimentos” o Pepe Grillo que te va recordando las reglas permanentemente; no comer después de las 20 hrs, tomar más agua, eso tiene mucho hidrato de carbono, tendrás que hacer 40 min de ejercicio después, etc. Este principio te invita a identificar estos pensamientos culposos y de la mentalidad de dieta y removerlos de tu mente. Para esto es importante estar atento y definir de dónde precisamente vienen esos mensajes, reglas y creencias; de algún familiar, de los medios, etc.
5. Respeta si estás satisfecha o satisfecho.
Al igual que tu cuerpo te dice cuándo tienes hambre, también te indica cuándo estás satisfecho o satisfecha. Mientras comes, consulta contigo mismo sobre los sabores o texturas, además de lo hambriento o lleno que te sientes. También está relacionado con crear las óptimas condiciones al comer. Sin distracciones, sentada o sentado, percibir con los 5 sentidos cada bocado. Decir “no” cuando no desees más. El libro de “Alimentación Intuitiva” trae una escala de saciedad y hambre que facilita bastante el lograr identificar en qué estado te encuentras.
6. Descubre el factor de satisfacción.
El placer en la experiencia de comer ha sido arrebatado por la cultura de las dietas. Sin embargo, el aprender a comer de forma intuitiva te conecta con el placer que tiene. “Cuando comes lo que quieres comer en un ambiente acogedor, el placer que resulta será una poderosa fuerza en ayudarte a sentir satisfecho y contento”[4] Con el proceso de comer intuitivamente comienza una constante experimentación de texturas, sabores, apariencia, aromas, temperatura de la comida que por cierto puede desafiar cualquier regla o creencia que tenías preconcebida. Es sumamente interesante, porque puede que sea fácil a momentos y en otro no tanto. Por ejemplo, mi caso; en la hora de la cena aun no sé qué quiero comer. A veces es fruta, a veces quiero un plato de comida o la mayoría de las veces no deseo comer nada. Cada noche mis señales cambian y son siempre nuevos descubrimientos.
7. Lidia con tus sentimientos sin usar comida.
“Encuentra formas para confortarte, nutrirte, distraerte y resolver los temas sin utilizar la comida. La ansiedad, soledad, aburrimiento y rabia son emociones que todes experimentamos a través de la vida. Cada una tiene su gatillante y una forma de apaciguarla. Puede confortarte en el corto plazo, distraerte del dolor o incluso llevarte a una resaca alimenticia. Pero no solucionará el problema. Comer emocionalmente solo te hará sentir peor en el largo plazo. Tendrás que lidiar con la fuente de la emoción de la misma manera que con el malestar de comer más de la cuenta.”[5] Al mismo tiempo conlleva tener una actitud mindulfullnes y estar atento a qué sentimientos y emociones siento, es estrés, falta descanso etc.
8. Respeta tu cuerpo.
“Acepta tu genética. Tal como un apersona que calza 39 no esperaría calzar 36, es igualmente fútil (en incómodo) tener la misma expectativa cuando se trata de tamaño corporal. Pero lo más importante, respeta tu cuerpo, de tal manera puedas sentirte mejor sobre quién eres. Es duro rechazar la mentalidad de dieta si eres irreal y muy crítico acerca de la forma y talla de tu cuerpo.”[6]
Este es un principio que se va trabajando paralelamente. Respetar y agradecer a tu cuerpo por lo que te permite hacer cada día, dejar de compararte con otres, permitirte prácticas de autocuidado, deshacerte de la pesa, aceptar tu talla, deshacerte de prendas que no son de tu talla y comprarte unas que te hagan sentir cómode. Tratarte bien a ti misma o mismo de la misma manera que tratarías a un amigue, con autocompasión.
9. Haz ejercicio y siente la diferencia.
Este principio se refiere a explorar qué actividades físicas son las que brindan placer y que disfrutas. Implica cambiar el enfoque de hacer ejercicio para perder peso a uno en donde sientas placer al momento de mover tu cuerpo.
10. Honra tu salud con la nutrición.
Implica comer y alimentarte basado en la sabiduría que tiene tu cuerpo y su intuición. Idealmente siempre permitirte que los alimentos sean variados, moderados y equilibrados siempre en el contexto de seguir tus señales de hambre y saciedad.
